Hay maneras y maneras de afrontar una despedida. Dignas y papelonezcas. Con la autoestima alta o el amor propio por el piso. No es lo mismo para este Racing haberse quedado sin cuartos de final goleando 4-0 a Belgrano y llegando a seis triunfos consecutivos. El dolor del hoy puede ser el goce del mañana. El equipo de Gustavo Costas dejó plantada una semilla. Un ciclo que apenas llega a los dos meses de partidos oficiales tiene un techo que por ahora sigue siendo muy alto.

Por errores del pasado, haber perdido contra Unión, Sarmiento y Godoy Cruz, o haber empatado ante Platense y Defensa, la Academia quedó eliminado de la Copa de la Liga. El equipo del momento, sin lugar a dudas. El que golea, arrasa y tiene en Maravilla Martínez al goleador y mejor jugador del campeonato. Pero el fútbol no entiende de tiempos ni de merecimientos.

Para algunos, por plantel, será el primer fracaso de Costas. Para otros, entendiendo el poco tiempo de proceso y el crecimiento que sigue mostrando, es sólo el camino que más temprano que tarde devolverá el éxito a Avellaneda.

Racing llegaba a Córdoba obligado a ganar y esperar que Boca o Defensa no ganaran. La Academia hizo su parte bien rápido: a los 18 minutos ya ganaba 2-0 con los goles de Salas y Maravilla, una dupla que sigue en llamas. A los 8’, Maxi encontró un centro atrás de un desborde perfecto de Solari y de zurda puso el primero. A los 18’, tras un remate del propio Salas al travesaño, apareció Martínez y empujó de cabeza.

Para ese entonces, la Acadé había sido el primero en abrir los resultados. Antes del cierre del primer tiempo llegaría el gol de Boca y toda la atención pasó a Florencio Varela. Allí al Halcón le costó un poco más. Pero Racing no ligó. Newell’s tuvo un tiro en el palo y al instante Ramos Mingo cabeceó para darle el triunfo a Defensa, que se terminó metiendo y dejando afuera al equipo de Costas.

El técnico busco en todo momento aislar a sus jugadores. Recién con el golazo de Roger Martínez para poner el 3-0, el banco empezó a indagar en las demás canchas. Y se enteraron, claro, de las malas noticias.

Pero Racing siguió yendo. Con amor propio. Con ganas de demostrar que de seguir con este nivel será cuestión de tiempo volver a dar una vuelta olímpica. Se despidió del torneo con un golazo de Baltasar Rodríguez, callando también a los hinchas de Belgrano que habían gritado el gol de Defensa.

Lo que más le dolerá a la Academia, sin dudas, es que lo dejaron sin el dulce cuando está en el mejor momento. Cuando por fin Costas encontró un equipo que no sólo gana, sino que también supera y golea rivales. Seguramente para River y Boca haya sido una gran noticia que Racing no haya ingresado en el cuadro de los ocho, porque tenía herramientas y bases para ser uno, si no el máximo, candidato de esta Copa. Pero son suposiciones. Lo cierto es que los números no le alcanzaron a un equipo que recién se está formando y que su obligación pasaba más por los nombres propios que por el tiempo de trabajo.

La revancha, de todas formas, llegará pronto. La semana que viene tiene partido de Copa Sudamericana, el máximo objetivo que tiene este plantel en este 2024. Y allí también arrancó arrasando. Tiempo al tiempo.