Un infantil error dejó a San Lorenzo sin nada en Uruguay y casi afuera de la Copa Libertadores
Con el debut de Pipi Romagnoli como DT oficial a nivel internacional, el conjunto azulgrana perdió en el último suspiro contra Liverpool
El debut como técnico permanente de Leandro Atilio Romagnoli en San Lorenzo no será un buen recuerdo para los hinchas del conjunto de Boedo. Todo se encaminaba para un empate sin goles en Montevideo, pero en la última jugada un error defensivo le entregó el triunfo por 1-0 a Liverpool. El Ciclón quedó así último en el grupo F con apenas una unidad y se ve obligado a ganar los tres cruces que le quedan para intentar meterse en octavos de final. El jueves 9 de mayo recibirá a Independiente del Valle de Ecuador.
El equipo de Romagnoli mostró sus cartas de entrada nomás para diferenciarse del sello de Ruben Darío Insua. San Lorenzo salió al mítico Estadio Centenario con una postura dominante. Muy lejos de querer esperar y ceder terreno y pelota, estrategia habitualmente implementada por el Gallego con éxito en la primera parte de su ciclo, el visitante intentó ser el dueño del tiempo y del juego. Eso sí, lo logró por momentos.
La actitud de protagonizar no siempre se tradujo en mayor situaciones dentro del área rival. Sobre todo en la primera parte, al Ciclón le costó encontrar profundidad para dañar a un Liverpool que de la mano de un inquieto Matías Ocampo fue incisivo y tuvo las más claras, con un balón en el travesaño incluido.
El Pipi eligió mantener a los mismos once que puso ante Central Córdoba en Santiago del Estero la semana pasada cuando ofició de entrenador interino en la última participación azulgrana en la Copa de la Liga. Esto implicó sostener al pibe Tobías Medina como el volante detrás de Adam Bareiro en el 4-2-3-1, el esquema predilecto del flamante DT. Así, Iván Leguizamón esperó sentado en el banco. Toda una apuesta de Leandro Atilio en su estreno ya oficializado en el cargo.
Foto: Eitan ABRAMOVICH / AFP
Y le faltó esa explosión de Legui al cuadro de Boedo. Como contrapartida, Medina no pudo hacerse eje del equipo y en gran parte mucho tuvo que ver las malas decisiones tomadas en elección de pases o lectura del juego. De hecho, lo más jugoso de San Lorenzo en la etapa inicial estuvo por la banda derecha cuando Agustín Giay se escapó y llegó hasta el fondo para tirar el centro atrás. Lo hizo en dos oportunidades: primero tapó bien el arquero Gastón Guruceaga y después cabeceó desviado Malcom Braida.
Claro que la responsabilidad no recae en Toto Medina sino en otros futbolistas con mayor experiencia que tampoco pudieron marcar la diferencia, como Nahuel Barrios, quien no estuvo preciso y tampoco sacó a relucir su habitual virtuosismo para gambetear.
El complemento no fue mucho mejor. El local, dirigido por Emiliano Alfaro, un ex San Lorenzo, tambien se hundió en las arenas movedizas de las equivocaciones. Los errores se apoderaron de la noche y boicotearon el espectáculo.
De a ratos, algún destello ocurría y generaba alguna ilusión de ver algo distinto, como esa buena pared entre Giay y Medina por la derecha -siempre eligió esa banda el Ciclón para atacar- que terminó con un remate del Perrito a las manos de Guruceaga. A esa linda maniobra de los visitantes le siguió un latigazo de Bareiro que pasó cerquita del palo derecho. Le faltaron más de esas combinaciones a San Lorenzo para generar mayor peligro.
Pipi no se conformó y, entendiendo la necesidad de ganar, fue por más con los cambios. Leguizamón y Diego Herazo entraron para darle más peso al ataque. Y Eric Remedi se metió para equilibrar el círculo central. San Lorenzo pasó definitivamente a manejar la pelota en la última media hora de partido. El problema siguió siendo la toma de determinaciones a la hora de la verdad: eligió mal.
Foto: Eitan ABRAMOVICH / AFP
Y defendió peor cuando la noche se terminaba. En el último minuto de los cinco agregados, Giay cabeceó corta una pelota hacia Altamirano y Franco Nicola lo aprovechó al máximo con una gran definición. Un mazazo para el Ciclón.
