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Boca igualó con Corinthians y ahora se juega todo ante Deportivo Cali

Con un tanto de Du Queiroz, el conjunto brasileño se había puesto al frente, pero el "Xeneize" logró igualar por intermedio de Benedetto

Parece mentira que este Boca y el del último sábado, de prestaciones tan extremas, tan disímiles, sacaran el mismo resultado en los 90. Cuando uno, el Boca del martes, hizo tanto, y el otro, el de Racing, ofreció tan poco. En ambos casos, el empate sonó descolocado, aunque por razones opuestas.

La paradoja es gigante, porque fue otro Boca desde la postura, la presión constante sobre el medio de Corinthians, los puntas activos para sumarse al ahogo. El contraste con la versión de Boca en cancha de Lanús fue abismal, también desde las asociaciones, el lenguaje corporal de sus futbolistas, el hambre, la intensidad, la ambición, las llegadas al arco y los goles perdidos.

El equipo brasileño trajo en la valija la tranquilidad de lo numérico y la inquietud por la lesión de, para muchos, su mejor jugador: el lateral derecho Fagner, que obligó a su entrenador a cambiar el esquema y salir a jugar con una línea de cinco. Para Boca estuvo lejos de ser una complicación, porque los laterales estaban tan atrás, que había espacios para mover la pelota. Asi y todo al Xeneize le costó aprovechar las grietas en el fondo del Timao, agravado por el apuro de ese 0-1 por una pelota parada mal tomada por la defensa de Boca que permitió que Du Queiroz quebrara el cero de Rossi luego de más de cinco partidos.

Ahí, los nervios hicieron lo suyo, pero de a poco fueron apareciendo las chances que no se vieron en Lanús. 1) Buen anticipo de Varela para Pipa, que no pudo convertir (se le fue por arriba); 2) Pelotazo largo impecable de Pol para Salvio, de lenta resolución en el mano a mano; y 3) Una pelota profunda para Zeballos, que se sacó la marca de encima, se la dejó al Toto, que desvió su remate y 4) El gol, que nació en un anticipo de Zambrano casi en el área rival, que Benedetto convirtió en gol del empate aliviador con un tiro de calidad.

 

La discusión entre Boca y Corinthians durante el primer tiempo (Fernando de la Orden).

Varela siempre fue a recuperar arriba, los delanteros cubrieron las líneas de pase en cada salida de Corinthians. Así generó muchas llegadas claras, como el quite de Salvio y la pared con Benedetto para que Toto ahogara el grito en la salida de Cassio. La pelea del segundo tiempo, con el partido insólitamente congelado en empujones y tumultos sin sentido, sacó de eje a Boca, lo obligó a resetearse, a meterse otra vez en un match que tenía dominado, dando, quizá, la mejor versión del equipo en la era Battaglia. Aún así, se recompuso, insistió, metió a los 10 jugadores de Corinthians contra su arco y no lo pudo doblegar, como si los duendes del fútbol le estuvieran cobrando el favor de haber llegado alos penales contra Racing. Así y todo, Salvio lo perdió insólitamente, otra vez, en el final, tras un centro hermoso de Romero. Una pena, porque Boca ganando casi aseguraba la clasificación y ahora deberá hacer cuentas. La moraleja es que Boca deberá seguir jugando así en el futuro, aunque el resultado haya sido el mismo...

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