Perdió pero ganó. Aldosivi observó cómo Arsenal se lo dio vuelta en Mar del Plata, aunque también relojeó el ayudín que recibió de Independiente (goleó 3-0 a Huracán, el que lo podía desbancar). Y como las cuentas le dieron para clasificar a la fase final de la Copa de la Liga, celebró con puñito cerrado. Aunque ahora se le viene Racing y no hay lugar a tropezones...

 

Más allá del marcado bajón que evidenció en el tramo final (¡sacó 1 punto de los últimos 12!), el de Mardel cosechó los frutos que obtuvo frente a los que asomaban como sus verdaderos rivales directos en busca del G4. Quizás ahora el desafío que se le presenta a Palermo y compañía sea plantarse de igual a igual contra un peso pesado como la Acadé, algo que no pudo hacer durante su estadía en el Grupo B.

¿Por qué? Básicamente porque perdió con Vélez, Boca, Huracán, ELP y apenas empató con el Rojo... Pero lo dicho: el Tiburón hoy puede festejar que su búsqueda se concretó aunque a partir de este domingo ya tendrá que pensar en enderezar el rumbo.

Desde lo futbolístico deberá enfocarse en sostener la intensidad y búsqueda que ensayó en el PT ante Arsenal. Con un Meli que cortaba en el medio y abría la cancha, sumado a un Cauteruccio que con toda su experiencia y cabeza fría -y goleadora- aparece cuando lo necesitan, como en el 1-0 con suspenso. Pero a su vez tendrá que repasar lo hecho en el segundo tiempo y entender que no puede repetir los errores que le costaron carísimo.

El colombiano Mosquera fue una máquina de errar, la defensa hizo agua en cada centro cruzado y Devecchi deberá conseguir regularidad: pasó de sacar una bocha increíble en el PT a mostrarse endeble en la jugada que derivó en el segundo gol del ingresado Facundo Kruspzky, que fue el verdadero artífice de la remontada del de Sarandí con dos testazos a la red.

Sí, los tres gritos en la tarde marplatense llegaron de cabeza. Precisamente lo que deberá acomodar Aldosivi para no sufrir en el mata-mata vs. Racing. Porque así se le Arse muy difícil, eh...